Rafael
Delgado, Veracruz a 18 de diciembre de 2012
C. Lorenzo de Jesús Teodoro
Comisario
Ejidal del Núcleo Agrario “San Juan del Río”
P
R E S E N T E
C. Armando Joel Trinidad Quirino
Presidente
Municipal de Rafael Delgado, Veracruz
P
R E S E N T E
Lic. Javier Duarte de Ochoa
Gobernador
del Estado de Veracruz-Llave
P
R E S E N T E
Los abajo firmantes, médicos, enfermeros, y demás profesionales de la salud, queremos expresar nuestra profunda preocupación acerca del riesgo a la salud de los habitantes del ejido de San Juan del Río ubicado en el municipio de Rafael Delgado, Veracruz, ante la instalación y posible activación de una antena de telefonía celular en dicho territorio ejidal, por parte de la compañía MATC Digital S. de R.L. De C.V., para beneficio de la empresa TELCEL, del grupo CARSO, cuyo principal accionista y director es el C. Carlos Slim Helú. Desde el año 2010, esta empresa ha buscado instalar dicha antena precisamente en medio de terrenos ejidales, zona habitada por hombres, mujeres y niños, rica en su flora y fauna, utilizada para la siembra y cosecha de productos agrícolas que sostienen el modo de vida campesino y mayoritariamente indígena de los pobladores. Desde este año, las y los afectados han expresado abiertamente su oposición a dicho proyecto, debido a la preocupación sobre los impactos negativos de dicha antena en la salud y bienestar de los campesinos que habitan la zona, quienes han incluso votado en asamblea el rechazo a este proyecto. Una de sus mayores preocupaciones estriba precisamente en los efectos de la radiación electromagnética que supone una antena de telefonía celular.
Como
profesionales de la salud queremos señalar que efectivamente la
preocupación de los campesinos, con respecto a los impactos de la
antena en su salud, está fundada en razonamientos bien fundados y
legítimos. Si bien es cierto que los reglamentos y estándares
internacionales acerca de la radiación tienden a enfocarse
únicamente en los efectos termales de ella –suponiendo un riesgo
nulo para la salud en el caso de tipos de radiación que no producen
energía térmica– esta suposición no sólo es aventurada sino
errada, en tanto que la evidencia presentada
en estudios a nivel internacional ha demostrado la presencia de
efectos adversos clínicos y bioquímicos causados por radiación no
ionizante y no térmica. A la fecha se han
realizado siete estudios epidemiológicos en el mundo acerca de
poblaciones viviendo en cercanía a antenas de telefonía celular. En
un estudio alemán1,
se demostró que la población viviendo en un radio de 400m de
proximidad en relación a la antena tiene un riesgo
de desarrollar cáncer tres veces mayor que
personas viviendo fuera de esa zona.
Además
de la incidencia elevada de neoplasias, el fenómeno de
electrohipersensibilidad (EHS por sus siglas en ingles) en personas
expuestas de forma continua a antenas de telefonía celular puede
causar algunos de los siguientes efectos clínicos: debilidad,
fatiga, cefalea, problemas para la concentración, depresión,
pérdida de memoria, irritabilidad, problemas dermatológicos, mareo
y problemas cardiovasculares. La Organización
Mundial de Salud (OMS) ha reconocido el EHS oficialmente como “un
fenómeno en el cual los individuos demuestran efectos adversos en la
salud durante el uso o al estar en proximidad de aparatos emitiendo
campos eléctricos, magnéticos o electromagnéticos. Cual sea su
causa, el EHS es real y a veces resulta ser un problema debilitante
para las personas afectadas. Su exposición generalmente es muy por
debajo de los limites en los estándares internacionalmente
aceptados”2.
Los efectos bioquímicos y estructurales que
se han demostrado como consecuencia de ese radiación incluyen:
rupturas de ADN, reproducción de ADN
disminuida, aumento en la permeabilidad de la barrera
hemato-encefalica, alteraciones en el flujo de calcio transmembrana y
cambios en actividad enzimática.
Con
base en la evidencia actual que demuestra los efectos adversos
establecidos y otros que requieren mayor estudio, varias
organizaciones mundiales han denunciado el establecimiento de antenas
de telefonía en proximidad a poblaciones humanas. Dentro de ellas,
en el 2004, la Asociación Internacional de Bomberos (IAFF) emitió
una declaración3
en oposición al uso de estaciones de bomberos como bases para
antenas y torres de telefonía celular por los resultados de un
estudio que demostró actividad cerebral
anormal en bomberos de California con menos
de 5 años de trabajo en una estación con antenas de telefonía en
su techo. Además, los bomberos demostraron confusión, amnesia,
migrañas, insomnio, infertilidad, depresión, temblor y vértigo.
Los cambios en la actividad cerebral se demostraron por estudios de
SPECT y no se pudieron explicar por exposición a otras sustancias
químicas.
En
ciudades como Vancouver en Canadá y Los Ángeles y Palm Beach en los
Estados Unidos, se ha prohibido la localización de antenas de
telefonía en proximidad a las escuelas por mayor preocupación
acerca de los efectos adversos en niños. Así mismo más de 3000
médicos han firmado el FREIBURGER APPEAL4
del 2002, denunciando los efectos adversos de antenas de telefonía
celular, con base en observaciones a sus pacientes. La Agencia
Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) informó a su
vez en un comunicado de mayo del 2011 que las emisiones de torres de
telefonía son “posiblemente cancerígenas”
y la misma OMS recomienda que no se deben de instalar dentro de un
radio de 500 metros de distancia en zonas de vivienda y convivencia
humana.
A
nivel nacional, el establecimiento de la antena de telefonía celular
en el territorio de los ejidatarios de San Juan del Rio representa
una clara violación del Artículo 4 de la Carta Magna, el cual
declara que toda persona tiene derecho a la salud y un medio ambiente
adecuado para para su desarrollo y bienestar.
En
pleno acuerdo con la definición de salud establecida por la OMS (“el
estado de bienestar físico, mental y social completo y no solo la
ausencia de enfermedad”) apoyamos las demandas de los afectados de
San Juan del Rio, Veracruz, en su rechazo a la instalación y
funcionamiento de la antena de telefonía celular de las empresas
MATC Digital y TELCEL, en proximidad a su territorio ya que dicha
antena representa un riesgo real para su salud. Exigimos junto con
ellos a las autoridades municipales de Rafael Delgado, y a los
gobiernos estatales y federales que cumplan con las estipulaciones de
la constitución mexicana y las normas internacionales en materia de
salud y derechos indígenas, y por lo mismo, respondan favorablemente
a las demandas de los afectados.
----
1Eger,
H. et al. 2004. The Influence of Being Physically Near to a Cell
Phone Transmission Mast on the Incidence of Cancer. Umwelt Medizin
Gesellschaft 17,4. as: 'Einfluss der räunlichen Nähe von
Mobilfunksendeanlagen auf die Krebsinzidenz'.
2Mild,
KH et al. (Editors) 2004. Electromagnetic Hypersensitivity. WHO,
Proceedings, International Workshop on EMF Hypersensitivity, Prague,
Czech Republic. October 25-27.
3IAFF.
2005. Position on the Health Effects from Radio Frequency/Microwave
(RF/MW) Raditation in Fire Department Facilities from Base Stations
for Antennas and Towers for the Conduction of Cell Phone
Transmissions. International Association of Fire Fighters, Division
of Occupational Health, Safety and Medicine.
Http://www.iaff.org/HS/Resi/CellTowerFinal.htm
4Freiburger
Appeal 2002. Interdisziplina re Gesellschaft fur Umweltmedizin e.
V.9. October 2002.